lunes, 18 de enero de 2010

el joven padawan



Pequeños pedacitos de hojas cuaderno matemática cortadas estaban en el suelo mientras luchábamos;


Tu chaleco plomo o quizás tu chaqueta de jedi me hizo quedar en silencio por curiosidá que lleves tu espada culpable y me digas aquellas asequerosas palabras mortales de nuestra relación.


Tu espíritu de skywalker versión femenina se empoderaba.

Igual tengo un enredo, si acaso el tiempo se pone más lento o el latir se adormece, pero la cosa es bien clara; que mientras me hablabas con tanta ternura, mi orejas se calentaron, sentí esa presión sanguinaria, sabía que algo malo se venía; nuestros cuerpos no se movieron ni un solo centímetro salvo tu boca que disparaba, pero lo que sí se movió fue que cada uno se desalmó, pues lucharon por el cielo nuestras almas en una nueva dimensión entre medio de los árboles que habían en ese casino y sol, nos agredimos con espadas jedi al igual que en el ataque de los clones cuando la fuerza estaba con nosotros.


Tu pulso fue más rápido que el mío, sabías hacer mejor poesía, me dijiste esas palabras claves que impedirían una victoria, yo sólo era un joven padaguan, y tú una dulce princesa de algún reinado o senatoría imperial.

Entonces cuando pensé que continuariamos juntos querida, me di cuenta que el lado oscuro de la fuerza pintaba de oscuridad esas coquetas risitas que antes llevabas, me dijiste con tu espada laser mientras me mirabas a los ojos, y yo me aferraba a la incertidumbre...


yo...soy tu ex


nooo...

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